Una conversación con Daniel Dorado y Rachel Rose Jackson
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Mientras el mundo continúa navegando por la pandemia del COVID-19, la invasión no provocada de Rusia a Ucrania y la violencia generalizada en todo el mundo, otras dos crisis con consecuencias globales también se están saliendo de control.
La crisis de salud pública provocada por la epidemia del tabaquismo y la crisis climática están vinculadas principalmente a la muerte de millones de personas al año. Ambas provocan miles de millones de dólares en daños anualmente, amenazan la viabilidad de naciones enteras, devastan el medio ambiente, dañan a las comunidades y exacerban las desigualdades.
En ambos casos, podemos abordar la raíz de estas crisis antes de que sea demasiado tarde y desbloquear la financiación necesaria para hacerlo de manera equitativa. Lo hacemos responsabilizando tanto a la industria tabacalera como a las industrias contaminantes (entre ellas la de los combustibles fósiles) por los daños que causan.
Exploramos esta solución compartida de responsabilidad en el Día Mundial Sin Tabaco y en vísperas de la próxima ronda de negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Daniel Dorado, director internacional y para América Latina de políticas públicas y de la campaña de tabaco, y Rachel Rose Jackson, directora de investigación y políticas climáticas, se sentaron a dialogar sobre por qué la responsabilidad es una herramienta necesaria para abordar ambas crisis.
RACHEL ROSE JACKSON: Comencemos por el principio… ¿Qué es la responsabilidad?
DANIEL DORADO: En términos generales, la “responsabilidad” se refiere a las acciones tomadas para hacer que las corporaciones, industrias u otros actores respondan por el daño que causan. Las comunidades y los gobiernos han practicado alguna forma de responsabilidad durante siglos. A menudo implica acciones legales; sin embargo, también puede involucrar herramientas legislativas, políticas o culturales. Estas incluyen medidas como reparaciones, establecer legislación vinculante, desbloquear barreras a la justicia, poner fin a subsidios, investigaciones o juicios, por nombrar algunas. Colectivamente, tienen el poder de detener el lavado de imagen que le permite a las corporaciones, al presentarse como empresas amigables con la salud o el planeta, participar en negocios turbios. La responsabilidad también obstaculiza la capacidad de las precitadas corporaciones para continuar generando daños.
La hoja de ruta de la responsabilidad y el conjunto de herramientas de responsabilidad civil son dos grandes recursos para responsabilizar, respectivamente, a las contaminantes (entre ellas la de los combustibles fósiles) y a la industria tabacalera. Ilustran las formas en que la responsabilidad puede ser utilizada por una variedad de tomadores de decisión, incluidos quiénes formulan las políticas públicas y la sociedad civil, para desbloquear las finanzas y otros recursos necesarios para abordar la crisis climática y de salud pública.
RRJ: Los defensores de la salud pública han liderado el camino en el avance de la responsabilidad contra la industria tabacalera. ¿Puede comenzar contándonos un poco sobre la historia de la responsabilidad de la industria tabacalera y cómo se convirtió en parte del tratado global sobre el control del tabaco?
DD: La responsabilidad de la industria tabacalera y el desarrollo de un fuerte tratado internacional sobre el control del tabaco han ido de la mano. De hecho, los casos de responsabilidad que tuvieron lugar en los tribunales judiciales de los EE.UU. contra la industria tabacalera dieron lugar a la publicación de miles de documentos internos de la industria. Esto permitió a los defensores del control del tabaco identificar todo tipo de abuso, como violaciones de derechos, infracción de leyes de comercio, y otros. Estas revelaciones, en parte, validaron la necesidad de un tratado global fuerte y la subsiguiente acción nacional para la ratificación.
Cuando los litigios globales de la industria tabacalera comenzaron a aumentar en la década de 1990, los gobiernos se dieron cuenta de la necesidad de regular el tabaco. Esto finalmente condujo a la adopción del tratado global sobre el control del tabaco o el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS (CMCT) en 2003. La “responsabilidad” se consideró tan fundamental para abordar la epidemia del tabaquismo que los defensores de la salud pública lograron garantizar la inclusión del Artículo 19, que pide a los gobiernos que utilicen la responsabilidad como una herramienta para exigir a la industria tabacalera que asuma las consecuencias de sus daños y a promover la salud pública.
Desde la adopción del CMCT, el desarrollo y la implementación de la responsabilidad de la industria tabacalera a través del Artículo 19 ha seguido tomando forma durante y después de las reuniones del tratado, incluso a través del establecimiento de un grupo de expertos en la materia.
RRJ: ¿Y cuál es parte del impacto que hemos visto de las medidas tomadas para responsabilizar a la industria tabacalera? En otras palabras, ¿cómo sabemos realmente que la responsabilidad funciona?
DD: La historia de la responsabilidad de la industria tabacalera ha demostrado que la responsabilidad puede desbloquear miles de millones de dólares para cubrir costos, reparar daños, terminar con el abuso corporativo y promover la justicia. No tenemos que preguntarnos si la responsabilidad funciona, porque en el caso de la epidemia de tabaquismo, se ha demostrado que sí.
Por ejemplo, ha proporcionado recursos y ha allanado el camino para una política de salud pública que salva vidas. Ha proporcionado miles de millones de dólares en compensación que, a su vez, se han utilizado para abordar los daños y promover soluciones. Ha obligado a la industria tabacalera a revelar millones de documentos internos condenatorios que construyeron una base de evidencia que documenta su mala conducta. La responsabilidad también ayudó a quitarle la licencia social a la industria tabacalera y abrió debates sobre cómo los ejecutivos o corporaciones tabacaleras pueden considerarse penalmente responsables.
Muchos países ya cuentan con políticas o procesos que se pueden utilizar o desarrollar para responsabilizar a las corporaciones. Por ejemplo, en el Sur Global, Brasil ha presentado una demanda contra dos grandes corporaciones tabacaleras para recuperar los costos de atención médica, los daños morales y los costos anticipados de salud. Corea del Sur ha presentado una demanda contra la industria tabacalera por daños y perjuicios por el equivalente a 51.9 millones de dólares por los costos relacionados con la salud de las enfermedades provocadas por el tabaquismo. En el Norte Global, el Acuerdo Transaccional de los Estados de la Unión o Master Settlement Agreement en los EE. UU. y las acciones de responsabilidad canadienses de larga data han desbloqueado miles de millones de dólares para la salud pública.
DD: ¿Qué opina sobre la responsabilidad en relación con la crisis climática, Rachel Rose?
RRJ: Bueno, para empezar, los costos económicos asociados con la crisis climática son enormes. En 2021, solo 10 desastres relacionados con el clima, desde la tormenta de invierno en Texas hasta los ciclones en el sur de Asia, costaron más de 170 mil millones de dólares.
Mientras tanto, las industrias contaminantes (entre ellas la de los combustibles fósiles) obtienen ganancias injustificables. Solo en 2019, Exxon Mobil, Royal Dutch Shell, Chevron, BP y Total S.A. tuvieron ingresos por un total aproximado de 1.35 mil millones de dólares estadounidenses.
Imagine las medidas para salvar vidas y las soluciones reales que podrían implementarse rápidamente si estas industrias pagaran por sus daños.
DD: Sí, es lo mismo con la epidemia de tabaquismo. En 2012, el costo económico total de fumar fue del 1.8% del producto interno bruto (PIB) mundial anual. Mientras tanto, la industria tabacalera generará ingresos por 914,200 millones de dólares estadounidenses este año.
RRJ: Con costos tan grandes como estos (incluso antes de considerar los costos sociales, ambientales y otros costos no económicos), simplemente no podemos darnos el lujo de NO hacer responsables a estas industrias mortales. Los recursos que podrían obtenerse a través de la responsabilidad son enormes, al igual que los costos potenciales que podrían evitarse al detener las acciones dañinas de las corporaciones. Si se implementara de manera integral y equitativa, la responsabilidad podría ayudar a garantizar nuestra supervivencia y la del planeta. Pero estamos en el último segundo antes de la medianoche para cambiar de rumbo.
Sin embargo, seamos claros. Ningún monto de compensación financiera puede absolver el daño y las malas acciones causadas por estas industrias mortales. La responsabilidad no se trata de cobrarles una tarifa y mirar hacia otro lado mientras continúan con sus negocios habituales.
DD: ¡Exactamente! La responsabilidad se trata de redirigir los fondos para que las comunidades que se encuentran en la primera línea de estas crisis puedan abordar los daños y promover soluciones simultáneamente; al mismo tiempo que ponen fin a las prácticas comerciales que amenazan la vida.
DD: En este momento, hay cada vez más llamados a responsabilizar a las Grandes empresas contaminantes de la misma manera que se responsabiliza a la industria tabacalera. ¿Por qué y cómo?
RRJ: En pocas palabras, las corporaciones contaminantes (entre ellas la de los combustibles fósiles) han incendiado nuestra casa y están dejando que se quemen hasta los cimientos. Y le están echando más gasolina para que se queme aún más rápido.
Los tomadores de decisiones tienen que actuar. ¿Vamos a quedarnos de brazos cruzados y observar cómo mueren millones de personas, cómo mil millones de personas son desplazadas y cómo el planeta se vuelve rápidamente inhabitable? ¿O vamos a quitarles el encendedor y actuar rápidamente para apagar el fuego antes de que sea demasiado tarde?
La crisis climática no fue un accidente. Las industrias contaminantes sabían, hace más de medio siglo, que quemar combustibles fósiles y usar sus productos según lo previsto daría lugar a la crisis que vemos desarrollarse hoy. Luego enterraron la verdad y gastaron miles de millones de dólares cubriendo sus huellas y orquestando la dependencia de las economías y los sistemas energéticos de los combustibles fósiles.
Es por eso que los defensores de la justicia climática y los expertos en políticas de todo el mundo saben que la responsabilidad es una herramienta necesaria para abordar las crisis. Juntos, hemos creado una hoja de ruta de acciones locales, nacionales e internacionales para responsabilizar a las corporaciones contaminantes (entre ellas la de los combustibles fósiles), que también incluye un conjunto de principios para garantizar que la responsabilidad apoye directamente a los países y comunidades de primera línea, cumpla con las responsabilidades diferenciadas y evite la dependencia de las precitadas industrias.
DD: Pero déjeme preguntarle esto: El tabaco es un producto que mata cuando se usa según lo previsto, y algunos dirían que los combustibles fósiles no. Entonces, ¿son estos dos productos y, por lo tanto, las soluciones para abordar sus daños, realmente tan comparables?
RRJ: Se está acumulando evidencia de que las acciones de la industria de los combustibles fósiles pueden estar asociadas directa o indirectamente con muertes humanas y devastación ambiental.
El cambio climático está relacionado con hasta 5 millones de muertes al año, y la contaminación por combustibles fósiles causó 8.7 millones de muertes en 2018. Las emisiones globales que han provocado el cambio climático se pueden rastrear hasta un pequeño grupo de corporaciones contaminantes. Muchas de estas empresas sabían que las consecuencias de sus acciones implicarían la devastación de las personas y el planeta.
Sin mencionar que los combustibles fósiles son cómplices de permitir la guerra actual en Ucrania, que ya ha causado miles de muertes. Y no es el único lugar del mundo donde se desarrolla la violencia relacionada con los combustibles fósiles.
Esta no es una industria que garantice que las economías puedan prosperar. Esta es una industria que, si se permite que continúe sin control, contribuirá aún más a la muerte y la destrucción.
Y, es por eso, que estamos analizando el precedente establecido por los defensores de la salud pública para la responsabilidad corporativa de manera más amplia.
DD: Sí, ha sido inspirador ver cómo los litigios relacionados con el tabaco han ayudado a impulsar acciones de responsabilidad en otros espacios. El artículo 19 del CMCT proporciona una base sólida para que los defensores del control del tabaco, los encargados de formular políticas climáticas y la sociedad civil de todo el mundo se expandan y adapten para ser aún más visionarios y audaces. Como se ha dicho, ahora estamos presenciando una tendencia creciente de empresas contaminantes (entre ellas la de los combustibles fósiles) que son investigadas o demandadas por su papel en el cambio climático. Y los formuladores de políticas de la ONU están buscando un tratado legalmente vinculante para las corporaciones transnacionales.
RRJ: ¿Hay más por hacer para responsabilizar a las grandes tabacaleras?
DD: ¡Definitivamente! Los gobiernos deben continuar apoyando a la Secretaría del CMCT para completar su mandato de las reuniones del CMCT anteriores (COPs, por sus siglas en inglés), para crear herramientas y recursos para ayudar a las partes con el Artículo 19. También deben asegurarse de que esté en la agenda de la COP10 tal como se adoptó durante la COP8. Así como esperamos que los gobiernos estructuren y formen mejores marcos para la cooperación internacional, como los regímenes de responsabilidad internacional.
DD: Me encantaría terminar reflexionando con usted sobre lo que está en juego en este momento si los gobiernos y los tomadores de decisiones no responsabilizan urgentemente a las industrias contaminantes y a la industria tabacalera.
RRJ: Los llamados u obligados a pagar y a soportar los daños de estas corporaciones transnacionales, terminan siendo las personas y los gobiernos del Sur Global, que en la práctica son los más afectados por la crisis climática y los nichos de negocio de la industria tabacalera Para muchos gobiernos del Sur Global, esto implica quitar recursos a servicios esenciales como la educación, la seguridad alimentaria y la vivienda.
Debemos usar todas las herramientas disponibles (legislativas, legales, políticas y culturales) para responsabilizar a estas corporaciones transnacionales. Así es como podemos acceder a cientos de miles de millones de dólares para apoyar a comunidades y países en medio de estas crisis, y quitar el poder político que permite que estas industrias sigan saqueando.